¿Salir a correr con o sin música?
- LHIMS SRL
- 7 ago 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept 2022
Algunos especialistas citan que, correr con música es como una suerte de “trampa”. Que te distrae, sería como una ayuda extra y externa a la motivación interna de cada ser. ¿Tienen razón? ¿Es todo lo mismo? Quienes se entrenan para competir, para mantenerse en estado, por efectos de salud ¿deberíamos seguir el mismo consejo? ¡Depende!
Así mismo, cuando realizamos actividad física deberíamos saber distinguir (entre) si lo hacemos con miras en lo formativo, recreativo, salud, competitivo o de elite.
Son objetivos muy distintos, aunque por momentos complementarios (como se explicará al final). Porque mientras para los recreativos, lo importante es el movimiento, estar activos, disfrutar del encuentro; en una fase de competencia / de elite, se requieren otros parámetros, ya que, el poder mental juega un rol distintivo, y aquí la música podría ser un estorbo.
Por ello, sobre todo, en el presente artículo me centraré en quienes tengan como objetivo el fitness, lo recreativo, la salud.
En lo químico, las canciones provocarían un efecto en el organismo que mejoraría el rendimiento. Bueno, veamos con más profundidad.
Es una mañana o tarde bonita del finde o de un feriado, nos ponemos las calzas o short, remera, medias y zapas… nos calzamos los auriculares (y guardamos las llaves de casa en alguna parte del cuerpo, bolsillo o la mano) y salimos a trotar por el parque o la plaza del barrio. Claro, la música no puede faltar ¡Hasta “suena” más divertido! ¿Y se corre más?
Para algunos salir a hacer ejercicio físico “SOLO” es un problema, podría ir una vez, dos, y luego… abandono ¡Me aburre!
Sabemos que la actividad física requiere de por lo menos tres veces a la semana, para lograr efectos positivos, esos que nos enseñan los profes o médicos. Porque debemos lograr regularidad, progresividad ¿Y cómo llegamos?
El Nudge
El nudge o empujoncito es la teoría con la que, el economista Richard H. Thaler fue galardonado por el premio Nobel de Economía 2017 contribuyendo a la Economía conductal. Es coautor del best seller mundial Nudge, el impulso que necesitas para tomar mejores decisiones sobre salud, dinero y felicidad, junto con Cass Sunstein (2008), en el que los conceptos de economía conductual fueron utilizados para abordar muchos de los grandes problemas sociales.
Para esta ocasión, el empujoncito o nudge (tmb. podríamos definirlo como aquello que nos orienta) proporcionaría esa compañía necesaria para hacer agradable esa hora y algo de actividad física: una melodía emotiva o un ritmo power pueden sumergirnos en un momento adecuado fuera de la rutina diaria. Dado ese componente afectivo y motivacional que no puede faltar.
Ese tema o canción que nos mantiene vigorosos, nos permite continuar en carrera, nos ayuda a acercarnos a nuestro objetivo. Es un nudge adicional de motivación.
La música según los gustos de cada uno en la carrera, podría contribuir como un catalizador, que atenúe la tensión en nuestro organismo, brinde esa energía que nuestras piernas y pulmones necesitan, permitiendo como respuesta, alivio en los niveles de stress (por ej. el cortisol que eliminamos vía el hígado en un ejercicio aeróbico).
¿Qué dice la ciencia?
No es sencillo medir la relación de la música con el deporte, como en este caso salir a correr. Uno no siempre se levanta de la misma manera, no siempre entrena igual, la alimentación, el trabajo diario, los afectos, etc. Todo lo citado previamente hace que, la medición sufra sesgos propios del estilo de vida de los participantes.
Así y todo el estudio del Instituto Max Planck, demostró que la música ayuda a correr de una manera más natural. Se observó según los investigadores que, los corredores con música se cansaban menos y corrían más tiempo, como también el movimiento era más coordinado y había mayor sincronización. En síntesis, el aparato locomotor era más eficaz, con un entrenamiento con mejor ritmo de carrera y con una menor percepción (subjetiva) de la fatiga.
“Making music makes strenuous physical activities less exhausting”
Fuente: https://www.pnas.org/doi/epdf/10.1073/pnas.1217252110
Hay quienes para moverse hacen baile, otros juegan al futbol porque es “la pelota” aquello que los motiva, otros van al gimnasio o corren utilizando música… Aquí todos estos, son instrumentos externos. La pareja de baile, la pelota, el grupo en el gym, y la música para la/el corredor/a, SON empujoncitos que ayudan a ejercitarse.
"La música contribuye como factor terapéutico"

Fuente: https://bloguvib.wordpress.com/2013/03/22/running-with-music/
Ahora, de todas maneras… aunque salgamos a correr con música, nunca hacerlo aislándonos del resto del entorno. Es recomendable llevar el volumen bajo o uno de los dos dispositivos no llevarlo, con una oreja sola es suficiente.
¿Y si salgo sin música? ¿Cuándo NO?
Hasta aquí hemos puesto negro sobre blanco algunos de los aportes que le brinda la música al runner. Pero ¿Qué pasaría si salgo sin ella? ¿Se me cae el mundo encima?
No, no sucede nada malo. Es más, para ciertos casos hasta como la música es terapéutica, el salir sin sonido alguno, también encaja a la perfección con la actividad física.
Por ejemplo, da sentido de seguridad, de pertenencia. Como la música nos puede aislar del entorno, uno puede estar más alerta ante un peligro externo.
Bue… si este punto no los convence, les digo que, uno podría aprender a escuchar su propio cuerpo, y este es un dato a considerar, muy importante. Si fuera otro tema se podría hasta decir, “es la madre de todas las batallas”.
¿Por qué? Porque quien es un runner experimentado, sea profesional, lo haya sido o no, no hay nada que lo detenga a la hora de correr. ¿Hace frío? Me abrigo y salgo, ¿lluvia? Un impermeable y listo ¿Música, sin música? Da igual, se sale a correr.
En cierto sentido, más de uno está convencida/o que la música sería un impedimento para lograr ciertos umbrales de potencia aeróbica por ejemplo.
Salir a correr por la orilla de un río, del mar, por la montaña (con música) nos puede hacer perder sensaciones propias del ambiente. Los pájaros, el sol, el viento, el sonido de los animales al pasar, etc. Como corolario, potencia otros sentidos que la música podría obstaculizar.
Fuente: https://elcomercio.pe/deporte-total/running/guia-runner/7-tips-mantengas-motivacion-corres-noticia-453752-noticia/
Conclusión:
Los atletas de elite o quienes buscan una alta performance, aquellos más avanzados citan que, "si buscamos una mejora continua en el ritmo de carrera hay que concentrarse", y la música podría no ayudarnos, distrayéndonos.
En la alta competencia el atleta necesita el 100% de sus sentidos y la música podría distraer, atenuando el nivel prestacional.
Aunque sí la idea es hacer un trabajo extensivo, de cantidad, de manera recreativa, regenerativa, para estar en forma, y como apuesta saludable o hasta en algunas fases de entrenamiento del atleta de elite, la música contribuye, es terapéutica, divierte, agrega valor, ya que, esperaremos con ansias hacer ese ejercicio, si lo tomamos como una actividad jugada (lúdica).
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